domingo, 4 de noviembre de 2012

Del colapso de Bretton Woods al ECU


John Connally: 
"Es nuestra divisa pero es vuestro problema."

La aparente fiabilidad del patrón dólar-oro hizo que no se prestara suficiente atención a la conversión monetaria (el TCEE, por ejemplo, apenas aborda este asunto) hasta que los primeros síntomas de crisis a finales de los 60 y principios de los 70 obligaron a los gobiernos a actuar. Así surgen el Plan Barre de 1969 (mediante el cual se persigue la coordinación de políticas económicas y la cooperación monetaria) y el Comité Werner de 1970 (que proponía instaurar progresivamente una zona de libre circulación de capitales y unificar las políticas monetarias para finalizar con unos tipos de cambio fijos), que acaba en fracaso.

El 1971 se produce la primera gran reestructuración del sistema de Bretton Woods: se suprime la convertibilidad dólar/oro, se devalúa el dólar (una onza pasa a valer 38 dólares) y se establecen nuevas paridades y márgenes (que se sitúan en más/menos 2,25%). Las divisas, ante estos nuevos márgenes (que podían llevar a desviaciones de hasta el 4,5%), acuerdan no diferir entre ellas más del 2,25% por lo que se llega a una situación que se ha venido en llamar "la serpiente monetaria en el túnel". 


La crisis de 1973 provocó una nueva devaluación del dólar (47 dólares por onza) y, finalmente, la supresión de la convertibilidad. El dólar dejó de servir como eje y los márgenes de fluctuación con respecto a él desaparecieron manteniéndose, sin embargo, los márgenes entre el resto de divisas en el 2,25%: la serpiente monetaria fuera del túnel. En esta situación de provisionalidad se requería la búsqueda de un nuevo eje, de una moneda fuerte que equilibrara el sistema. John Connally, secretario de finanzas de Nixon, describió elocuentemente el escenario al cual se enfrentaban las economías europeas: "Es nuestra divisa pero es vuestro problema." 

El marco hubiera debido ser esta moneda fuerte pero la suspicacia francesa ante el liderazgo alemán hizo que, como había sucedido con la CECA, se tendiera hacia un proceso de integración. La respuesta europea al abandono del dólar se materializó en el Sistema Monetario Europeo, acordado en 1974 y que entró en vigor en 1978. Nos encontramos ante la Europa del ECU. 

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